El resultado: operar en modo reactivo

Cuando no hay una red de alertas bien diseñada, la empresa opera en “modo bombero”: todos corren a atender lo urgente, pero nada se anticipa. Los errores se repiten, las quejas aumentan y la eficiencia se va por la ventana.

Es una forma muy costosa —y desgastante— de trabajar.

La solución: alertas automatizadas, basadas en lógica de negocio

Con Nanuk, las alertas no son un complemento. Son una parte esencial del diseño de cada proceso. Al modelar un flujo, nuestros clientes pueden:

✅ Configurar alertas automáticas cuando una tarea no se resuelve en cierto tiempo
✅ Notificar a responsables específicos según el tipo de evento o problema
✅ Enviar mensajes por el canal más efectivo: correo, SMS, Slack, Teams, etc.
✅ Escalar la alerta si no hay respuesta dentro de un plazo determinado
✅ Registrar cuándo se disparó cada alerta, quién la recibió y qué se hizo al respecto

Todo esto sin escribir código y con total flexibilidad para adaptarse a las reglas del negocio.

Caso real: detección temprana de bloqueos en procesos operativos

Un cliente del sector logístico enfrentaba frecuentes retrasos en entregas por tareas pendientes que nadie detectaba. Por ejemplo: si una orden no era liberada por el área de finanzas, el pedido simplemente no se procesaba… pero nadie se daba cuenta hasta que el cliente reclamaba.

Con Nanuk, se implementó una regla simple: si una tarea clave no se ejecuta dentro de cierto plazo, se dispara una alerta automática al responsable directo. Si después de X horas sigue sin resolverse, se escala al jefe de área.

El resultado fue inmediato:

• Las tareas críticas ahora se atienden en menos de la mitad del tiempo
• Se eliminaron los retrasos por «olvidos»
• Mejoró la percepción del cliente sobre la confiabilidad del servicio

   

Más que alertas: tomar decisiones a tiempo

Una buena alerta no solo previene un problema. También permite tomar decisiones antes de que el daño ocurra. Y eso, en entornos competitivos, es una ventaja estratégica.

Con Nanuk, los líderes pueden visualizar qué procesos están atorados, en qué etapa, con qué tareas pendientes y qué alertas se han generado. Así, la empresa deja de operar a ciegas y comienza a anticiparse.

Conclusión: avisos que sí hacen la diferencia

Las alertas no deben ser ruidosas ni molestas. Deben ser precisas, oportunas y accionables. Eso es lo que permite a una empresa pasar de ser reactiva a ser verdaderamente proactiva.

En Nanuk, te ayudamos a diseñar procesos que se supervisan solos y te avisan justo cuando lo necesitas.

📣 Porque una buena notificación puede evitar un gran problema.